Según el CIEPAC (Centro de
Investigaciones Economicas y Politicas de Accion Comunitaria), la deuda externa
es el dinero que un país debe a otros países o acreedores extranjeros en una
moneda extranjera. Se llama externa por que necesariamente proviene de otro
país, pero no necesariamente de un gobierno extranjero. La deuda puede ser
también con una institución financiera internacional como el FMI o de un banco
privado. Una gran diferencia entre la deuda externa de un país y la deuda de
cualquier individuo es que el país no se puede declarar en bancarrota, lo que
facilita que caiga en un ciclo de deuda impagable.
Los préstamos
internacionales, causantes de la deuda externa, no son un invento novedoso. Han
existido, probablemente, desde el nacimiento de las Naciones como tales. Dos
factores que han permanecido inmutables desde entonces son: en primer lugar, el
prestamista es siempre una potencia económica y muy pocos países suelen
acaparar todos los préstamos y en segundo lugar los endeudados son muchas veces
países menos desarrollados que con el dinero de estos préstamos intentan “salir
adelante.” Sin embargo, en la mayoría de los casos no logran desarrollarse sino
que más bien se ven sumergidos en un espiral de deuda interminable.
Son muchos los casos de
países que han contraído deudas inmensas intentando ponerse al día en materia
económica y de infraestructura y que lo único que han conseguido es comprometer
su integridad e independencia política y económica. Dos casos muy interesantes
para analizar, el primero por lo nefasto y el segundo porque nos afecta a
diario, son el de África y Colombia.
El primer caso, el de
África, es tan terrible que pareciera rayar con la ficción. Es de conocimiento
general que la pobreza en la mayoría de países de este continente es
superlativa y que sus gobiernos se han caracterizado por la corrupción y la
incompetencia. Sin embargo, los gobiernos de países de otros lugares del mundo
han sido igual de ineficientes sin desembocar en la total miseria del país. La
verdadera causa de la pobreza de África se podría adjudicar, al menos a grandes
rasgos, a la sobreexplotación de los recursos y la mano de obra autóctonos por
parte de las potencias Europeas y a la tardía independencia de estas. La
mayoría de países de África alcanzaron su libertad cuando ya estaban excluidos
del sistema económico y político global.
En su afán por integrarse en
el sistema, la mayoría de países de África contrajeron ominosas deudas con
países desarrollados. Fueron muy pocos los países que sacaron algún provecho de
este dinero, el común denominador fue países con deudas que sencillamente no
podían, ni a día de hoy han podido pagar. Otro ingreso de dinero a estos
países, especialmente en épocas más recientes, ha sido mediante las “ayudas” de
los siempre bondadosos países Occidentales. Sin embargo, estas ayudas por lo
general han estado muy lejos de serlo. En primer lugar, cuando no han sido solo
prestamos con otro nombre, lo mínimo que estos dineros han llevado consigo es
condiciones para los países receptores. Mediante estos dineros las potencias
han moldeado a los países africanos a su antojo. Por otro lado, muchas de estas
“ayudas” han ido dirigidas únicamente a “amortizar” la deuda, por lo que no han
ayudado en lo más mínimo al pueblo africano. Esto nos lleva a una de nuestras
proposiciones mas importantes: si a los países desarrollados les interesara
“ayudar” a los atrasados, la única manera de hacerlo sería mediante la
condonación total e incondicionada de la Deuda.
Breve Resumen de la Historia
A partir de 1800 Colombia
pasa de ser una exportadora de capitales a ser una importadora de capitales a
una exportadora de capitales. En esta época las deudas eran de carácter
interno. Es en este contexto donde acontecen las distintas guerras, que
llegaron a ser más devastadoras para la situación del país. Se tomaron a muchos
campesinos como esclavos. Se les pedía a las comunidades indígenas su aporte
mediante el tributo prometiendo una participación. Pero
no fueron suficientes y se recurrió al préstamo.
Durante 1870 y un poco antes
Inglaterra dominó el mercado mundial. España libero las distintas barreras
comerciales sobre América Latina. Se traían telas, ya que era muy difícil
fabricarlas localmente. En este contexto con la fiebre de la exportación
América latina comienza a pedir préstamos a Inglaterra.
Se nombró un encomendado oficial
Francisco Antonio Zea para estos trámites, pero después de ciertas disputas en
el congreso se descartó y se erradicaron sus acciones. Años después para evitar
la mala imagen en el exterior y para pedir otro préstamo se recae en Francisco
Antonio Zea y se autorizan sus transacciones.
Preguntas:
¿Qué medidas cree usted que
debería tomar el gobierno y las distintas empresas frente a la deuda externa?
¿Cómo se refleja esta
situación en la explotación de los recursos naturales por parte de empresas
extranjeras?
¿Qué consecuencias considera
usted más graves, las de corto o las de largo plazo?
¿En su opinión fue el
préstamo inicial un error?
¿Cómo se imagina usted la
situación del país en caso de no haber pedido los primeros préstamos?
¿Qué se puede aprender de
los casos africanos? ¿Se pueden comparar distintas economías para tomar alguna
acción?
Bibliografia:
SACHS, Jeffrey. El Fin de la
Pobreza
Colombia: 200 años de Deuda
Externa. Por: Heraclio Bonilla
http://www.banrep.gov.co/estad/deudax4.htm
Ramírez Bustamante
Cuervo
Hernández